lunes, 29 de diciembre de 2008

LATINOAMERICA

TRAFICANTES DE ANGUSTIA

Hace dos semanas en el diario La Nación aparece una entrevista a un desconocido para nosotros, pero famoso en el ámbito económico, Kendall Landis, ex CEO del Citibank. La entrevista la hace la brillante periodista y escritora Elizabeth Subercaseaux. Según este personaje (cito la entrevista) “Esto puede ser peor que la crisis de los ’30”, y que lo único que salvó a Estados Unidos de ese hoyo fue la segunda guerra mundial¨. Es el hombre que llevó el banco más famoso de EEUU a Europa y el Medio Oriente, y uno de los principales defensores de la causa palestina en su país, dice que la única solución para la debacle es que el Gobierno gaste “una trillonada de dólares”, pero que eso debe ocurrir ya y no esperar dos meses a que Obama asuma el poder. Según el entrevistado, esta crisis puede llegar a ser mucho peor. Y eso es mucho decir porque la depresión de los años treinta duró hasta 1940, lo único que nos sacó de ella fue la Segunda Guerra Mundial. Sólo entonces la economía empezó a revitalizarse¨.

La historia de la economía mundial siempre ha tenido una constante normal, pasar de crisis a la abundancia y de la abundancia a la crisis. Así que cuando alguien comienza a hablar de ¨crisis¨ no es nada nuevo. Pero remontemos al personaje citado. Antes del atentado (yo le llamo autoatentado) a las Torres Gemelas, Estados Unidos pasaba por una severa crisis económica debido al mal manejo de las arcas imperiales. Pero ocurrió lo que tenia que ocurrir, un suceso que justificara entrar en guerra, y se aprobara en totalidad un presupuesto en comienzo de 300 millones de dólares para solventar una ley que permitiría ir a la guerra con todas las de la ley, valga la redundancia. Puesto que la guerra trajo consigo después una época de abundancia que cayo en crisis este ultimo tiempo, como todos sabemos, pero mientras Estados Unidos bombardeaba Afganistán y luego Pakistán ¨extrañamente¨ la economía gringa repuntó. Comenzaron a caminar las redes de producción, a partir de la venta de armas y por supuesto el trafico agregado. La gente aun estaba shokeada con el desplome del mayor monumento de la globalización del capitalismo, y los medios, el gobierno, etc. se encargaron de realizar una campaña de paranoia generalizada. Qué pasaría si los atentaban de nuevo?, que eso podía pasar en cualquier momento, que los ciudadanos Arabes eran todos sospechosos de pertenecer a alguna célula terrorista, de ahí la xenofobia y persecución a todo aquel que llevara una túnica o tuviera una nariz grande y se llamara Hussein, Osama, y otros. Ademas la ley citada como la Ley Patriota permite la intervención del estado en todo lo que fuera intercambio de información, como intervenir teléfonos públicos y privados, usar las redes internet para educar a la gente a ¨como saber si su vecino es sospechoso de ser terrorista solo por el hecho de ser ¨otro¨.

Otra cita, -Uno de cada seis empleos en Estados Unidos depende de la industria automotriz. ¿Qué pasaría si la dejan caer?
-La verdad es que ya se están perdiendo gran parte de esos empleos. No se trata de dejarlas caer a secas, sino de someterlas al capítulo 11 de la ley de quiebras, que les permitirá reestructurarse, cambiar las condiciones de sus sindicatos que son atrabiliarias e imposibles de sustentar estando al borde de la quiebra, e iniciar el camino hacia la renovación de sus empresas. No existe una fórmula mejor. Todo lo demás es simplemente prolongar la agonía. Pero eso habría que hacerlo ya, no se puede esperar hasta el 20 de enero.

Vuelvo a lo anterior sobre la producción. Cuando se aprueba una ley que permite fondos ilimitados para hacer una guerra tenemos que pensar que es toda una cadena de producción que se pone en marcha y hace levantar al país, en este caso Estados Unidos (que raro). Desde la generación de empleos para las operaciones de inteligencia interior y exterior, los empleos para la gente que se dedica a fabricar armas, los repuestos de las armas, las industrias químicas, las empresas que se dedican exclusivamente a fabricar y vender maquinas que hacen maquinas de guerra. El intercambio armas versus drogas y otras yerbas, la industria del plástico que envolverá las armas, los químicos, la vestimenta de los obreros por parte de la industria textil, por supuesto las cada vez mas vistas noticias sobre la guerra en la que los canales ganan miles de millones de pesos por notificar que murieron 6 afganos en 2 minutos de pantalla y los otros 5 minutos de publicidad, puesto que nadie quiere quedarse fuera de la industria mediática. La industria de la publicidad y la generación de empleos para esta, desde dibujantes hasta publicistas. La cada vez mayor Fuerza Armada de la historia del hombre después del Imperio Romano (es bueno revisar la historia del imperio romano puesto que es muy coincidente con la del imperio yanqui). Y seguiría eternamente nombrando la cadena de producción que hace que una guerra solucione parcialmente una crisis.

A lo que voy es lo siguiente. Las grandes transnacionales que gobiernan el mundo y que próximamente gobernaran a Obama, están creando cada vez mas pánico sobre la inestabilidad económica. Si la segunda guerra mundial saco a Estados Unidos de la gran crisis, debería generarse una tercera guerra mundial para repuntar al país y al mundo? Lo mas probable es que sea así. Obama prometio sacar a las tropas de Irak a penas el viva en la Casa Blanca, pero no es para que se devuelvan su pais de origen, es para trasladarlos a Afganistán y Pakistán puesto que Al Qaeda y Bin Laden aun siguen haciendo de las suyas en las montañas orientales, y eso no lo invente yo, lo dijo el mismísimo Obama, hoy admirado por todo un mundo lleno de ansias de un cambio hacia la paz no hacia la guerra, hacia la tolerancia, hacia el derecho de vivir sin miedo, a la igualdad de derechos y deberes de los ciudadanos, etc. Incluso lo comparan con Martin Luther King o Malcom X, pero Obama no tiene nada pero absolutamente nada que ver con esos personajes, solo el color de piel.

Obama ha instalado en su agenda como prioridad dialogar con el mundo en base a la supuesta crisis que esta en el comienzo del comienzo, hasta nuestra presidenta ya hablo con el acerca de eso. ¨El la llamo preocupado¨.

Todo esto significa que siempre que estemos en tiempos de paz, estaremos en crisis económica? No necesariamente, puesto que existen otras formulas de hacer plata en base a la violencia y el tráficos de armas y drogas. Las mismas Farc hace este intercambio con Estados Unidos para seguir existiendo, porque uno se pregunta, de que vive esta gente?, de donde sacan las armas?, como es posible que existan ejércitos tan bien entrenados como para haber terminado con los terroristas y no lo hacen?

No pretendía extenderme tanto y tampoco voy a cerrar esto si aludir a nuestro invitado de honor en este texto, el Señor Landis. La primera guerra mundial se detonó con el atentado contra el Archiduque de Austria y su esposa en Sarajevo. La segunda guerra también tuvo lo suyo, será que habrá que botar el Empire State para comenzar la tercera guerra mundial que nos sacaría de la crisis?

A esto yo lo llamo un Deja Vu.

lunes, 22 de diciembre de 2008

LA LUCHA DEL PUEBLO MAPUCHE

Los conflictos entre el Pueblo Mapuche y las empresas mineras reeditan en la actualidad los que el pueblo mapuche ha tenido históricamente, desde la época española y durante toda la existencia del Estado chileno. A la actitud decidida de los mapuches, responde ahora el Estado enviando fuerzas policiales para proteger a las empresas. La situación actual es otro episodio más en la secuencia del proceso desatado por el Estado Chileno hace más de un siglo. En esta secuencia hay que mencionar la invasión del territorio mapuche, la imposición de reducciones, la división de las comunidades y la venta de las tierras, y agregar que las leyes indígenas no reconocen la existencia del pueblo mapuche.

En la desestructuración actual del pueblo mapuche influyen elementos externos e internos. Entre los primeros, están los proyectos o megaproyectos, tanto forestales como energéticos, que condicionan al pueblo mapuche. Entre los elementos internos, están los conflictos entre comunidades y su propia visión del uso y dominio de la tierra.

Elementos externos

Las demandas del pueblo mapuche son reivindicaciones históricas al Estado chileno: ser reconocido como pueblo originario dotado de su correspondiente autonomía. La constante degradación social, económica y ambiental que viven las comunidades y sus tierras ha puesto urgencia a la búsqueda de soluciones.

Frente al aumento y fuerza que han cobrado las movilizaciones de los mapuches, la actitud de las autoridades políticas ha consistido en el uso de la represión, echando mano den forma desmedida de las fuerzas policiales y apoyando las exigencias de las empresas. Pero las autoridades ha intentado principalmente ocultar y deformar este nuevo movimiento reivindicativo, generando un escenario apropiado para el despliegue de una estrategia política y represiva que les permita desarticular a las comunidades más activas.

El gobierno ha insistido en eludir su responsabilidad al dar a entender que los conflictos son particulares entre comunidades y empresas. Y en esta situación, su papel ha sido mantener el orden político destinando un amplio contingente policial. Bajo esta alegación formal, lo que finalmente ha hecho ha sido proteger los bienes y actividades de las empresas.

Además, el gobierno no reconoce ni que los conflictos se hayan agudizado, ni que los mapuches deben ser considerados como nuevos interlocutores a carta cabal. Al contrario, legitima el actual modelo económico y con ello el desarrollo forestal y energético, base de los actuales conflictos. Para el gobierno los conflictos que surjan de este desarrollo deben resolverse sin entorpecer los proyectos. Y resolver estos problemas debería ser una función principal de la gestión de la Corporación de Desarrollo Indígena (CONADI), organismo que desde hace tiempo ya no cuenta con legitimidad ante los mapuches, por su papel en el conflicto Ralco.

La fórmula gubernamental es por todos sabida y consiste en generar mesas de diálogo y consensos entre las partes en conflicto. Pero esta fórmula ya no convence a los mapuches, porque si bien en el terreno el conflicto es con las empresas, en el fondo es con el Estado chileno, ya que es éste el que debe devolver las tierras y reconocer el pueblo mapuche.

Las empresas forestales dicen no ser causantes de la situación actual y que corresponde al Estado dar una solución. Ello significa que los mapuche deben o bien integrarse al actual modelo neoliberal, o bien ser reprimidos, con el fin de resguardar la inversión y la propiedad privada.

Se han presentado muchas denuncias en las zonas de conflicto, donde el gobierno ha dispuesto un mayor control policial. Esto lo vemos reflejado en primer lugar, en el aumento de la dotación policial. Se han enviado Fuerzas Especiales de Carabineros y grupos que trabajan en inteligencia política, en los cuales se ha identificado personal de la Policía de Investigaciones, Fuera de ello, se han instalado controles carreteros y vigilancia de las comunidades.

Las comunidades y sus actuales dirigentes, no pretenden retractar la denuncia de su situación social y de la discriminación actual en la sociedad chilena. Ellos no quieren detenerse hasta lograr la detención de los mega proyectos que atentan contra su supervivencia económica y cultural y la recuperación de sus tierras.

Elementos internos

Más allá, de los conflictos que se originan entre los mapuches y el Estado, también debemos decir los distintos conflictos internos que se han provocado, como la percepción que tienen ahora de la tierra, en cuanto, la mayoría de las tierras compradas por la CONADI ha sido entregada de forma comunitaria. El problema viene de que no existe un mecanismo de repartición de las tierras de uso y tampoco de distribución de las pérdidas y utilidades económicas entre los miembros de las comunidades.

De aquí se originan diversos conflictos internos, como por ejemplo el de la comunidad de Cauñicu en la Octava región, en donde la comunidad tuvo que enfrentar un conflicto interno. El problema se origina en no saber cómo distribuir la tierra, ni quién se hacia cargo de ella. El lonko Huenupe, en este caso, tomó posesión individual de las tierras entregadas por la CONADI y se las apropió para su familia. Como consecuencia de esto, en julio de 2002 un grupo de pehuenches de la comunidad mapuche de Cauñicu, ubicada en el Valle del Queuco, sector Alto Bío-Bío, dio muerte a Agustina Huenupe Pavian y Francisco Huenupe Pavian en su propia casa, utilizando para ello armas de fuego y elementos contundentes, dejando además una docena de lesionados, entre hombres, mujeres y niños.

La constante degradación social, económica y ambiental que viven las comunidades y sus tierras, ha puesto urgencia a la búsqueda de soluciones.

Perspectivas

En la actualidad, se dispone de cuatro perspectivas chilenas para el abordaje de la problemática indígena.

1.- La recogida en el Informe y Recomendaciones de la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato, del gobierno de Chile, presentado el año 2003, la cual fue encargada por Ricardo Lagos y presidida por Patricio Aylwin. Este informe hace la recomendación del reconocimiento de los derechos territoriales indígenas y el fin del Fondo de Tierras, para terminar con las reclamaciones por la vía de una Comisión de Reparación, que atenderá sólo los casos de tierras usurpadas de Títulos de Merced. Además, cabe recalcar que los resultados emitidos por esta comisión tienen tal grado de ambigüedad que no pueden dar una solución. En el prólogo de un libro de José Bengoa, La Comunidad Reclamada, de 2005, la ahora presidenta Michelle Bachelet señala: “el fracaso de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato ha debilitado aún mas la institucionalidad interétnica en Chile. No hay, ni para hablar de mecanismos válidos de medición”. Por lo tanto, no hay una política clara para dar solución definitiva al a conflicto de las tierras para el pueblo mapuche.

2.- La propuesta del Instituto Libertad y Desarrollo o de la derecha neoliberal, Sus análisis fueron evolucionando desde incipientes críticas respecto a la gestión de CONADI y del gobierno frente a los conflictos de tierras, donde rechazan la propia existencia de políticas indígenas, hasta llegar al año 2003 con una completa e inédita re-elaboración conceptual del pensamiento conservador neoliberal chileno. Esta institución sugiere que los recursos destinados a la compra de tierras, sean reorientados hacia el desarrollo social, coincidiendo con la corriente más conservadora del indigenismo tradicional chileno.

3.- Además, están las doctrinas jurídicas penales desarrolladas y aplicadas en el procesamiento a dirigentes y comuneros mapuches, que a través de diversas normativas criminalizan y sancionan duramente las reclamaciones territoriales, sin garantizar el debido proceso ni juicio justo a dirigentes y representantes indígenas, como lo han denunciado organizaciones indígenas, de derechos humanos y observadores internacionales.

4.- La posición del Pueblo Mapuche, es sumamente variada, puesto que hay distintas voces, - instituciones u organizaciones y representaciones - que participan en la toma de decisiones. La CONADI ha tenido parte en que surja un gran conflicto de gobernabilidad, pues los mapuche consideran que esta institución es lejana a sus requerimientos. Se originan conflictos de distintos tipos: ya sea de los dirigentes con los lonkos, ya sea acerca de los mecanismos de acción para la recuperación de las tierras, como los denominados hecho violentos, quema de fundos, camiones, etc. Hay, pues, distintas posiciones en cuanto a las formas de solucionar conflictos, pero todos tienen un solo objetivo final: la defensa de los derechos humanos, la recuperación de sus tierras y el respeto que se les debe como Pueblo.

MATIAS CATRILEO MUERTO POR CARABINEROS DE CHILE

Breve reseña histórica y jurídica de las Constituciones en Chile


El conocimiento de la historia constitucional del Chile es muy importante si queremos entregar una nueva visión de la ley y el ordenamiento social y jurídico a la población. Empoderar a la sociedad de su facultad para autodeterminarse es tarea que requiere, antes de cualquier cosa, un claro dominio de la educación cívica, ya que no conocer los procesos históricos y sociales crea ciudadanos que no tendrán capacidad de decisión responsable, a los cuales les es fácil delegar su poder en cúpulas o élites que concentrarán ese poder con una teoría “iluminista” del gobierno de una sociedad


En la historia chilena, han existido diversos textos que han intentado ordenar el país. Excluiremos de este apunte la los textos anteriores a 1833, ya que el objetivo será identificar las visiones que las constituciones de 1833, 1925 y 1980 dejaron plasmadas en la sociedad, elementos que por su duración no pudieron darse en los otros anteriores a esa fecha.

CONSTITUCION DE 1833

Chile viene saliendo de una guerra civil producto de un período de desorganización política desde la salida de O’Higgins (1823) hasta el triunfo de los terratenientes conservadores sobre los liberales (Batalla de Lircay, 1829) . En el intertanto, Diego Portales escala en la estructura de poder, como primer ministro. Con su visión autoritaria, fomentada por las divisiones de la época y el triunfo conservador, plantea la necesidad de una constitución dedicada a organizar el Estado, a fin de darle una estabilidad económica y política que lleve a Chile a ser una potencia de renombre, aún a cuenta de las libertades políticas de los ciudadanos.

Si bien en muchos aspectos sigue la tendencia de otros ensayos constitucionales (estructura de los poderes del estado, sistema de voto censitario –sólo votan quienes tengan un bien raíz-, etc), establece un sistema rígido en cuanto a la administración de estado: sistema de reelección indefinido, establecimiento de la religión católica como la oficial del estado, amplias facultades para el Presidente de la República (muchas más que las del Parlamento, transformándose el Pdte. En un “Rey sin corona”), etc.


Cabe destacar que las reformas a la Constitución coinciden con movimientos que impulsan al cambio de régimen en Chile, teniendo en cuenta las divisiones históricas durante la vigencia de éstas.
1. República conservadora (1831-1861)
2. República liberal (1861-1891)
3. República parlamentaria (1891-1925).

Lamentablemente su diseño autoritario choca fuertemente con dos fenómenos históricos: Las prácticas seudoparlamentarias, que condujeron a una gran inestabilidad en las políticas públicas, y el surgimiento a gran escala del movimiento obrero en Chile, lo cual exigió por parte de las clases populares mayores libertades. Todo esto llevo al fin de la visión autoritaria y ordenadora propia del siglo XIX y por tanto, a esta Constitución.

CONSTITUCIÓN DE 1925.

Fruto de las malas prácticas parlamentarias, unido a los nacientes movimientos sociales, se hace evidente una necesidad de cambiar la Constitución. En 1924, se da el golpe de estado al gobierno de Arturo Alessandri Palma por parte de jóvenes oficiales, con el objetivo de cerrar con la continuidad presidencial y llamar a un nuevo orden constitucional. Par ello, la junta de gobierno pide el retorno del Presidente, a fin de que encabece un proceso de cambios, el cual acepta. Así, se llama a una profunda modificación a la Constitución que derivará en la Constitución de 1925.

Su principal diferencia con la anterior es su visión: propone un Estado en el cual se arma una relación directa entre el individuo y el Estado, sin que éste imponga un orden estricto, sino más bien se plantea como un estado creador de fuentes de desarrollo para la sociedad. Se separa definitivamente a la Iglesia del Estado, se integran por primera vez ciertos derechos sociales al catálogo de libertades y se establece como avance la facultad del Estado de crear empresas y refundir las ya existentes, a fin de aportar de forma directa como actor económico a las crisis mundiales que se avecinarían.

Esto, sumado al impulso al Estado productor que dará Pedro Aguirre Cerda (1939-1943) con la fundación de CORFO, generará un marco jurídico y económico capaz de sacar una generación que llevará adelante grandes progresos para el país..

Sin embargo, la llegada del gobierno de la Unidad Popular, aprovechando esta visión creará resquemores y diferencias. Se obliga a Allende a pactar un “Estatuto de Garantías”, a fin de que la Constitución no se vea modificada para llegar a un estado autoritario marxista. A pesar de acatarlo y hacer respetar el marco jurídico, el movimiento militar fomentado por la derecha logrará hacerse del poder de facto, culpando en lo jurídico a la Constitución de 1925 como “demasiado permisiva” en cuanto a la generación de libertades y derechos (aún más con las reformas que se hicieron desde su creación hasta 1971), con lo que, sumado a la necesidad de la dictadura militar de darse un marco de legalidad, dan pie a que se forme la Constitución de 1980.

CONSTITUCION DE 1980

Así, la junta militar designa una Comisión de Estudios de la Nueva Constitución, la cual, tomando como base la de 1925, formará un texto nuevo, con una visión distinta y objetivos claros.

Con esta Constitución, se buscan los siguientes objetivos:
1.- dar un orden legal “legítimo” para respaldar la actividad de facto del régimen militar
2.- terminar con el “estado productor y empresario” y crear un “estado subsidiario”, que no interviene directamente en la actividad económica, sino que sólo la subsidia en caso de que sea necesario, dejando la economía casi por completo en manos del libre mercado y los particulares.
3.- crear una relación entre el individuo y el estado ya no basada en una relación directa, sino con a través de “grupos intermedios” (partidos políticos, corporaciones, juntas de vecinos, etc., los cuales existirán precisamente para ser mediadores entre el individuo y el Estado.
4.- mantener a la sociedad ordenada en cuanto a lo jurídico y a lo político, a fin de evitar que surjan grupos que puedan “desestabilizar” el nuevo orden social (aquí nace el concepto de “democracia protegida”)

Todo esto es verificable en la llamada parte “dogmática” de la Constitución (arts. 1 al 23), donde la constitución declara el modelo de Estado que genera. La importancia de esta parte de la Constitución radica en que, por grandes que sean los cambios a la Constitución, si no se cambia esta “visión” paternalista y modeladora, individualista y represiva, no se pueden cambiar ni las estructuras propias de la Constitución, sino además las normas que le siguen en rango, las estructuras de la Administración del Estado y, por ende, la visión social del tipo de Estado en que vivimos.

EL LOBO CAPITALISTA

GOBIERNO DE BACHELET REPRIME A SU PUEBLO

BASTA DE REPRESION AL PUEBLO MAPUCHE

Rocío Nepulman Calfunao y Carolina Landero Calfunao en Radio Primero de Mayo
PERSECUCIÓN Y REPRESIÓN AL PUEBLO MAPUCHE: MICHELET NO HA CAMBIADO NADA

Mientras la "Michelet" y su gobierno de cartón sigue planteando que está por el respeto de los derechos humanos, sobre todo a los grupos étnicos, mandando al Congreso la iniciativa de "reconocimiento de los Pueblos Originarios"; En la Araucanía se está viviendo una situación diferente…pobreza, marginación, coerción, represión y violencia… esos han sido algunos de los tópicos que cientos de mapuches están hoy enfrentándose a diario con el Estado y sus aliados económicos.

Palo y biscochuelo, como decía Portales, lo dulce para quienes se portan bien y admiten el modelo económico de explotación tanto hacia la sociedad chilena como al pueblo mapuche y la dura represión para quienes se salen de esos márgenes y optan por luchar la autonomía y la recuperación de las tierras usurpadas. Este es el caso de la Comunidad Juan Paillalef , la cuál está duramente desarticulada por el gobierno de la Concertación y el Estado, ya que se niegan a ser pasados a llevar por la prepotencia de las transnacionales y el Ministerio de Obras Públicas ( M.O.P.). Es por ello que están Carolina (19 años), Rocío (15 años) y Cristóbal (de tan solo 3 años) en Santiago para denunciar e informar la represión, violencia e incumpliendo de los derechos humanos y acuerdos firmados por el M.O.P., ellos tres miembros de la comunidad tienen a lo sus suyos hoy en prisión. El domingo 11 de marzo estuvieron en el programa Cable a Tierra de la Radio Primero de Mayo 102.9 FM.

Su historia se remonta a 1946 cuando Mercedes Paillalef y José Paillalef deben salir de la comunidad producto de la dictadura de Gabriel González Videla. La comunidad estuvo desarticulada hasta 1999 cuando logran vivir nuevamente en la zona de Cunco (9º Región). Allí comienzan los problemas, debido a que dentro de la comunidad existe una carretera que es muy ocupada por las transnacionales y forestales de la zona. Debido a que no existe un permiso de la comunidad para ese tránsito y de las faltas del M.O.P. por llegar a un acuerdo, el 21 de diciembre del 2005, la Comunidad decide bloquear la ruta, con el resultado de una fuerte represión. "Se cortó ese camino porque era nuestro, ellos quieren pasara llevar nuestros derechos (…) este es un problema político". Desde esa fecha en adelante la comunidad esta siendo reprimida con atroces resultados. Hoy casi su totalidad está detenida, entre ellos la madre de Carolina, la Longko Juana Calfunao Paillalef, Luisa Ana Calfunao, Antonio Cadin Huentelao, Jorge Landeros Calfunao, y su hermano Waikilaf Cadin Calfunao en la Cárcel de Alta Seguridad, zona de máxima seguridad. Sobre Juana Calfunao, Carolina dijo "que lo que pasó en tribunales fue toda una trampa (…) ellos se estaban haciendo señas, cuando ella se levanta los gendarmes le hacen una zancadilla y ella cae, y este le pega un combo en el diente a mi madre (…) claro que no vas a permitir que le peguen a tu madre", refiriéndose sobre los desordenes en el tribunal que se conocieron por la prensa. Carolina denuncia que su madre está detenida por "abrirle la mente a las personas, por ir hacia las comunidades, porque nosotros somos comunidad y trabajamos hacia la comunidad y el gobierno siempre va a encarcelar a quienes le abren la mente a las personas (…) por eso toda mi comunidad esta encarcelada. Por eso mi hermano Waikilaf está encarcelado, porque el le abre la mente a las comunidades (…) pal` gobierno son personas peligrosas". Hay que decir que Waikilaf lleva siete meses prisionero en la Cárcel de Alta Seguridad y mientras se le bajan algunos cargos, los tribunales le suben nuevos cargos para que no pueda acceder a la libertad. Este sigue en el modulo de máxima seguridad, en condiciones de castigos, es decir, 22 horas de encierro y 2 horas de patio, con visitas muy restringidas.

Dentro de su visita las compañeras han estado en la marcha del 8 de marzo, donde pudieron ver que en Santiago también existe represión a los que luchan para que al pueblo se le respete, pero existe una mejor llegada con la cuestión Mapuche … en el caso de Temuco o la Novena Región la situación es distinta, debido a que allí existe mucha discriminación con la cultura mapuche. "A nuestra comunidad le han quemado tres casas y quien responde por eso. Cuando entraron a allanar entraron 200 pacos a la comunidad, a arrestar a dos mujeres (…) más encima se llevan palas, chuzos (…) eso es un robo. Y ahora tienen a toda mi comunidad detenida. A la misma presidenta Bachelet, Saramago le dijo "hazme el favor de mirar a los mapuches", ¿y que es lo que hace? Mira pal` lado, se ríe. ¿Qué clase de mujer? ¿Qué clase de persona? Ella es una enferma mental que no se preocupa de lo que está pasando".

Al parecer la "Michelet " está más preocupada de lo que está pasando con la farsa del Transantiago y hace tiempo no mira a regiones… o simplemente está de acuerdo con la política que la Concertación y los grupos económicos están teniendo con el Pueblo Mapuche…la respuesta es clara no mira a los mapuches ni le interesan por que ellos no son empresas y a la presidenta le importa tener buena relaciones con las empresas. Desde acá toda la fuerza y el apoyo, para que el Pueblo Mapuche obtenga sus tierras, su libertad y su autodeterminación…. MARRICHIWEU

A LA OPINION PUBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL COMUNICAMOS LO SIGUIENTE:

Hoy en la audiencia de revisión de medidas cautelares a los comuneros Ernesto Lincopan, Jorge Landero Calfunao y Werken Antonio Cadin se volvió a esgrimir por parte del Ministerio Publico, el mismo argumento de todas las anteriores audiencias; en la cual afirma que los comuneros "... Tienen un desprecio por la vida...".

Ante aquello vamos a repudiarlo de todas las formas ya que tenemos la convicción de que este fiscal Cristian Paredes , a perdido de vista uno de los principios básicos de todo sistema justo, el cual es el principio de objetividad, lo que nos parece grave ya que ante esos argumentos falaces, se lesionan los derechos no solamente de estos imputados si no de cualquier MAPUCHE, que sea "investigado" por este fiscal, también a afirmado este fiscal que los comuneros imputados no tienen "arraigo social"... Lo que para nosotros como comunidad y pueblo mapuche, nos afecta ya que desconoce de cuajo las organizaciones comunitarias reconocidas jurídicamente y con varios proyecto en gestión, lo que nos hace pensar, que esta "autoridad" nos desconoce y nos desprecia como etnia.

Ante esto la comunidad manifiesta y exige una justicia transparente, imparcial, que respete el debido proceso, y además los valores y la cosmovisión del Pueblo y NACIÓN-MAPUCHE. Sobre todo que el origen de todas las causas que se ventilan en los juzgados de garantía de Temuco, nacen por la lucha y reivindicación de nuestras tierras lo cual estamos pidiendo su aclaración y pronunciamiento de la Corte de Apelaciones de Temuco en el recurso de protección patrocinado y presentado por la comunera Carolina Landero Calfunao, el cual lleva numero 255 - 2007. Nuestra idea como comunidad y que se mantiene firme hasta el día de hoy, es que defenderemos nuestras tierras hasta las ultimas consecuencias.

Hacemos un llamados a las organizaciones nacionales e internacionales, medios de comunicaciones alternativos a denunciar estos hechos que se están cometiendo en las comunidades de la novena región y sus alrededores, también damos a conocer que el día 21 se realizara en el juzgado de garantía de Collipulli la formalización de cargos al Lonko José Cariqueo a los cual el responderá con la primera querella que se presentara por un mapuche a una forestal, también se realizara en Santiago el mismo día 21 una marcha en Alameda / ahumada a las 19.00 horas para así denunciar estos hechos.

Listado de prisioneros políticos mapuche que tiene el Estado chileno:

Juana Calfunao Paillalef

Luisa Ana Calfunao Paillalef

Patricia Troncoso Robles

José Llanquileo

Héctor Llaitul

Waikilaf Cadin Calfunao

Víctor Ancalaf Llaupe

Pascual Pichún Paillalao

Rafael Pichún Collonao

José Nain Curamil

Jaime Marileo Saravia

Patricio Marileo Saravia

Juan Carlos Huenulao Lienmil

Ociel Santi Paine

José Belisario Llanquileo Antileo

Jorge Huenchullán

Víctor Queipul

Antonio Cadin Huentelao

Jorge Landero Calfunao

Ernesto Lincopan

Marcelino Namoncura

DESDE LA WALLMAPU COMUNIDAD JUAN PAILLALEF

BASTA DE REPRESION AL PUEBLO MAPUCHE

domingo, 12 de octubre de 2008

La Doctina Shock Naomi Klein


Naomi Klein

La doctrinadel shock



NOTICIARIO: "...Los años cuarenta han sido una década de progresos y desarrollos en la medicina y la psiquiatría. Los científicos han desarrollado una nueva tecnología para curar a adultos enfermos mentales. Con el uso de electrochoques, las mentes de pacientes enfermos son borradas, otorgándoles un nuevo comienzo. En esta pizarra vacía, los médicos pasan a grabar una nueva personalidad saludable..."
NAOMI KLEIN: "...Rehacer a la gente, darles choques para que obedezcan. Ésta es una historia sobre esa poderosa idea. En los años cincuenta, atrajo la atención de la CIA. La agencia financió una serie de experimentos. Con ellos produjo un manual secreto sobre cómo quebrantar a prisioneros. La clave fue el uso de choques para reducir a adultos a un estado infantil..."
Esa niña-mujer de mirada inocente, y carita regordeta, no paraba de señalar la impunidad de un sistema pos-capitalista, que de la mano de el "nuevo imperio romano" se imponía a base del terror mundial.
El miedo como filosofía de supervivencia en un mundo donde los buenos son malos, y los malos se convierten en terroristas islámicos.
Naomi Klein, es la representante intelectual de los tiempos anti-globalizadores, y una joven de apenas 37 años:
"...Nacida en Montreal (Canadá) en 1970. Es economista política, periodista y escritora.
Caracterizada por su trabajo independiente en los medios periodísticos, colaboró como columnista para los periódicos como el The Guardian de Londres y The Globe and Mail de Toronto. Es hija de padres que pertenecieron en su juventud al movimiento hippie y fueron cercanos al anarquismo, ella misma es cercana a los postulados del municipalismo libertario.Su ruptura con la globalización implicó el estudio de las influencias del capitalismo de finales del siglo XX y del sistema de la Tercera Vía, así como en el impulso del imperialismo neoliberal y sus efectos en la cultura moderna en la de masas.
Fruto de sus investigaciones, ha escrito varios libros importantes como No Logo (2001), Vallas y ventanas (2003), La doctrina del shock (2007), el guión del documental La Toma/The Take (dirigido por Avi Lewis, centrado en la crisis argentina y las movilizaciones ciudadanas entre 2001 y 2002) y una infinidad de artículos periodísticos y políticos..." señalará Wikipedia.org
Pero su aporte como pulga en la oreja de un sistema perverso y mortal, es la señalización de la utilización de los "medios de comunicación en el manejo de la información-formación de los excluidos e incluidos al sistema de la globalización imperante"...
Y es en este punto de su "doctrina del choque" donde comenzamos a desarrollar la posibilidad de utilizar (como método y no fin) al SOCIALISMO INFORMÁTICO que rompa con la hegemonía informativa, y tecnológica, de la red madre.
NARRATIVA: "...Es una hipótesis fundamental de este manual que se trata de técnicas que son, esencialmente, métodos para inducir la regresión de la personalidad. Hay un intervalo, que puede ser extremadamente breve, de animación suspendida, una especie de choque psicológico o parálisis. Los interrogadores experimentados reconocen este efecto cuando aparece y saben que en este momento la fuente está mucho más abierta a la sugestión, mucho más dispuesta a obtemperar de lo que estaba antes de experimentar el choque..."
NAOMI KLEIN: "...Pero estas técnicas no sólo funcionan con individuos; pueden funcionar con sociedades enteras: un trauma colectivo, una guerra, un golpe, un desastre natural, un ataque terrorista, nos colocan a todos en un estado de choque. Y en el período subsiguiente, como el prisionero en la cámara de interrogatorio, también nosotros nos convertimos en infantiles, más inclinados a seguir a dirigentes que pretenden protegernos..."
El miedo paraliza, pero el miedo debe ser "comunicado a los destinatarios del choque paralizante", es decir que Internet se convierte en un medio de llegada, que por su desarrollo tecnológico genera mayor impacto que los medios tradicionales: televisión, frecuencias radiales o prensa escrita.
El control del Ciber-espacio por parte de las agencias de seguridad nacional, de países en estado permanente de guerra mundial: Sobre todo los Estados Unidos, países de medio oriente, y países asiáticos. Es la llave que abre, y cierra, el desarrollo de contenidos a favor de la "filosofía del miedo".
“Este libro es un desafío a la afirmación central y más valorada en la historia oficial – que el triunfo del capitalismo desregulado nació de la libertad, y que los mercados libres irrestrictos van mano en mano con la democracia. En su lugar, mostraré que esta forma fundamentalista de capitalismo ha sido consistentemente traída a la vida por las formas más brutales de coerción, infligidas al cuerpo político colectivo así como a innumerables cuerpos individuales.” Así comienza la canadiense Naomi Klein su nuevo libro, The shock doctrine (La doctrina del shock). Se señala desde la página de Lavaca.org
Un nuevo traje de cordero con los mismos dientes del zorro, en la posibilidad de sostener políticas económicas de libre -mercado en un mundo que abre brechas cada vez más anchas de pobreza y humillación.
Es en este punto donde la Ciber-cultura juega su apuesta más fuerte: Se debe generar información libre de corsé dependiente de discursos oficialistas, pero que no cuestionen las políticas de fondo imperantes.
La mayoría de las páginas más vistas, y de ingresos económicos, en la red madre son sobre aportes tecnológicos y de ninguna manera de "debate de ideas para un mundo más libre y justo".
El socialismo informático debería romper con esta inercia, en la medida de la conjugación de páginas de información y debate contestatario, pero que se desarrollen en conjunto y coordinadas.
NAOMI KLEIN: "...Bueno, la doctrina del choque, como todas las doctrinas, es una filosofía de poder. Es una filosofía sobre cómo lograr sus propios objetivos políticos y económicos.
Y es una filosofía que sostiene que la mejor manera, la mejor oportunidad, para imponer ideas radicales de libre-mercado es en el período subsiguiente después de un gran choque. Ahora bien, ese choque podría ser una catástrofe económica. Podría ser un desastre natural. Podría ser un ataque terrorista. Podría ser una guerra. Pero la idea, como acabáis de ver en la película, es que esas crisis, esos desastres, esos choques ablandan a sociedades enteras.
Las dislocan. La gente se desorienta. Y se abre una ventana, exactamente como la ventana en la cámara de interrogatorio. Y en esa ventana, se puede introducir lo que los economistas llaman la “terapia de choque económico.” Es una especie de extrema cirugía de países enteros.
Es todo de una vez. No es, sabe, una reforma por aquí, otra reforma por allá, sino el tipo de cambio radical que vimos en Rusia en los años noventa, que Paul Bremer trató de imponer en Iraq después de la invasión. De modo que eso es la doctrina del choque.Y no significa que se pretenda que los derechistas en una época contemporánea sean los únicos que han explotado alguna vez una crisis, porque esta idea de explotar una crisis no es única en cuanto a esta ideología en particular.
Los fascistas los han hecho. Los comunistas estatales lo han hecho. Pero se trata de un intento de comprender mejor la ideología con la que vivimos, la ideología dominante de nuestros días, que es la economía de mercado desinhibida..."
La pregunta sería si la crisis desatada por los imperios es también atribuible a un universo en expansión como es Internet, que no posee fronteras y libera información como oxígeno a nuestro planeta.
La respuesta aproximada, por estos tiempos, sería que el aumento de la tecnología (esto implica poder económico y acceso por país desarrollado) se hace prioritario en la cultura ciber-capitalista, que desarrolla la hegemonía de los que sostienen al decir de Noami: La filosofía del choque.
No es accidental que los pensadores-creativos de blogs y páginas en Internet, no superen el promedio de edad de 45 años según la publicación de Forbes, pero es destacado que la mayoría de ellos termine trabajando para empresas cuyos accionistas principales son señores mayores que crecieron al calor de la guerra fría en la década del 50.
"...Así que la importancia del Departamento de Economía de la Universidad de Chicago es que realmente fue un instrumento de Wall Street, que financió muy, muy, considerablemente a la Universidad de Chicago.
Walter Wriston, el jefe de Citibank, era muy amigo de Milton Friedman, y la Universidad de Chicago se convirtió en una especie de zona cero de esta contrarrevolución contra el keynesianismo y el Nuevo Trato para desmantelarlo. De modo que en los años cincuenta y sesenta, fue visto como muy, muy, marginal en EE.UU., porque el gran gobierno y el Estado de bienestar y todas esas cosas que se han convertido en algo como palabrotas en nuestro léxico gracias a la Escuela de Chicago – no tuvieron acceso a las salas del poder..."
El socialismo informático, en cuanto método en expansión, debería saber que sólo la creatividad, y la unidad de agentes de la contracultura ciber-capitalista, pueden hacer que la hegemonía se caiga, y se socialice la información para aquellos que no pueden acceder a la tecnología aplicada por los centros de poder.
Romper la inercia de la desinformación imperante que se disfraza de rebeldía bloguera será la primera misión a desarrollar.



El auge del capitalismo del desastrePaidósBarcelona – Buenos Aires - MéxicoIntroducciónLA NADA ES BELLATres décadas borrando y rehaciendo el mundoLa Tierra estaba toda corrompida ante Dios y llena todade violencia. Viendo, pues, Dios que todo en la Tierra era co-rrupción, pues toda carne había corrompido su camino sobrela Tierra, dijo Dios a Noé: “El fin de toda carne ha llegado ami presencia, pues está llena la Tierra de violencia a causa delos hombres, y voy a exterminarlos de la Tierra”.Génesis 6, 11Del shock y de la conmoción surgen miedos, peligros ydestrucciones inaprensibles para la mayor parte de la gente,para elementos y sectores específicos de la sociedad de laamenaza, o para los dirigentes. La naturaleza, bajo la formade tornados, huracanes, terremotos, inundaciones, incen-dios descontrolados, hambrunas y epidemias también puedegenerar estados de shock y de conmoción.Shock and Awe: Achieving Rapid Dominance,extraído de la doctrina militarde la guerra contra IrakConocí a Jamar Perry en septiembre de 2005, en el gran refugio que la Cruz Roja había organizado en Baton Rouge, Luisiana. Un grupo de jóvenes miembros de la cienciología repartían, sonrientes, la cena entre la gente que esperaba en fila, y él era uno de ellos. Me acababan de llamar la atención por hablar con los evacuados sin un periodista a mi lado y me estaba esforzando por disimular y mezclarme con el gentío, una canadiense blanca en medio de un mar de afroamericanos sureños. Me escabullí hasta la fila, detrás de Perry, y le pedí que hablara conmigo como si fuéramos amigos de toda la vida, y se avino amablemente.Nacido y criado en Nueva Orleans, había pasado una semana fuera de la ciudad inundada. Aparentaba unos diecisiete años, pero me dijo que tenía veintitrés. Él y su familia habían esperado a los autobuses de rescate hasta el último momento. A falta de una evacuación organizada, se habían lanzado al exterior, bajo un sol abrasador. Finalmente habían terminado allí, en un inmenso centro de congresos, en donde habitualmente se celebraban las feriasde la industria farmacéutica y espectáculos de lucha libre como Capital City Carnage: The Ultimate in Steel Cage Fighting. Ahora, en el centro se apretujaban más de dos mil camillas y una muchedumbre de gente exhausta y enfadada bajo la vigilancia de los soldados de la Guardia Nacional, tensos y con los nervios a flor de piel, recién llegados de Irak.Ese día corría la voz en el refugio de que Richard Baker, un destacado congresista republicano de Nueva Orleans, le había dicho a un grupo de presión: “Por fin hemos limpiado Nueva Orleans de los pisos de protección oficial. Nosotros no podíamos hacerlo, pero Dios sí”. Joseph Canizaro, uno de los constructores más ricos de Nueva Orleans, también había expresado una opinión parecida: “Creo que podemos empezar de nuevo, pasando página. Y en esa página blanca tenemos grandes oportunidades”. Durante toda la semana, por el parlamento estatal de Luisiana en Baton Rouge habían desfilado grupos de presión, y gente de toda ralea con influencias y ganas de aprovechar esas grandes oportunidades: menos impuestos, menos regulaciones, trabajadores con salarios más bajos y “una ciudad más pequeña y más segura”, lo que en la práctica equivalía a eliminar los proyectos de pisos a precios asequibles y sustituirlos por promociones urbanísticas. Al escuchar frases y expresiones como “empezar de nuevo” y “pasar página”, casi se le olvidaba a uno el hedor nocivo de los escombros, las mareas químicas y los restos humanos que se amontonaban a unos pocos kilómetros, en la autopista.En el refugio, Jamar no podía pensar en otra cosa: “Para mí no tiene nada que ver con limpiar la ciudad. Lo que yo veo es un montón de gente del centro que ha muerto. Personas que no deberían estar muertas”.Hablaba en voz baja, pero un hombre mayor que estaba en la cola, delante de nosotros, le oyó y se dio la vuelta como si le hubiera dado un latigazo: “¿Qué les pasa a esos tipejos de Baton Rouge? Esto no es una oportunidad. Es una maldita tragedia. ¿Están ciegos o qué?”.Una madre con dos niños intervino: “No, no están ciegos. Son malvados. Tienen la vista perfectamente sana”.Milton Friedman fue uno de los que vio oportunidades en las aguas que inundaban Nueva Orleans. Gran gurú del movimiento a favor del capitalismo de libre mercado, fue el responsable de crear la hoja de ruta de la economía global, contemporánea e hipermóvil en la que hoy vivimos. A sus noventa y tres años, y a pesar de su delicado estado de salud, el “tío Miltie”, como le llamaban sus seguidores, tuvo fuerzas para escribir un artículo de opinión en The Wall Street Journal tre meses después de que los diques se rompieran: “La mayor parte de las escuelas de Nueva Orleáns están en ruinas –observó Friedman–, al igual que los hogares de los alumnos que asistían a clase. Losniños se ven obligados a ir a las escuelas de otras zonas, y esto es una tragedia. También es una oportunidad para emprender una reforma radical del sistema educativo”.La idea radical de Friedman consistía en que, en lugar de gastar una parte de los miles de millones de dólares destinados a la reconstrucción y la mejora del sistema de educación pública de Nueva Orleans, el gobierno entregase cheques escolares a las familias, para que éstas pudieran dirigirse a las escuelas privadas, muchas de las cuales ya obtenían beneficios, y dichas instituciones recibieran subsidios estatales a cambio de aceptar a los niños en sus alumnado. Era esencial, según indicaba Friedman en su artículo, que este cambio fundamental no fuera un mero parche sino una “reforma permanente”.Una red de think tanks y grupos estratégicos de derechas se abalanzaron sobre la propuesta de Friedman y cayeron sobre la ciudad después de la tormenta. La administración de George W. Bush apoyó sus planes con decenas de millones de dólares con el propósito de convertir las escuelas de Nueva Orleans en “escuelas chárter”, es decir, escuelas originalmente creadas y construidas por el Estado que pasarían a ser gestionadas por instituciones privadas según sus propias reglas. Hay un gran debate en torno a las escuelas chárter en Estados Unidos, pues muchos padres y madres afroamericanos opinan que son un paso atrás en el camino de los derechos civiles, que garantizaban una educación igual para todos los niños. Sin embargo, para Milton Friedman el mismo concepto de sistema de educación pública apestaba a socialismo. Desde su punto de vista, las únicas funciones del Estado consistían en la “protección de nuestras libertades, contra los enemigos del exterior y del interior: defender la ley y el orden, garantizar los contratos privados y crear el marco para mercados competitivos”. En otras palabras, policía y soldados; cualquier cosa más allá, incluyendo una educación gratuita e igualitaria, era una interferencia injusta en las leyes del mercado.En brutal contraste con el ritmo glacial al que se repararon los diques y la red eléctrica de Nueva Orleans, la subasta del sistema educativo de la ciudad se realizó con precisión y velocidad dignas de un operativo militar. En menos de diecinueve meses, con la mayoría de los ciudadanos pobres aún exiliados de sus hogares, las escuelas públicas de Nueva Orleans fueron sustituidas casi en su totalidad por una red de escuelas chárter de gestión privada. Antes del huracán Katrina, la junta estatal se ocupaba de 123 escuelas públicas, después, sólo quedaban 4. Antes de la tormenta, Nueva Orleans contaba con 7 escuelas chárter, y después, 31. Los maestros de la ciudad solían enorgullecerse de pertenecer a un sindicato fuerte. Tras el desastre, los contratos de los trabajadores quedaron hechos pedazos, y los 4.700 miembros del sindicato fueron despedidos. Algunos de los profesores más jóvenesvolvieron a trabajar para las escuelas chárter, con salarios reducidos. La mayoría no recuperaron sus empleos.Nueva Orleans era, según The New York Times, “el principal laboratorio de pruebas de la nación para el incremento de las escuelas chárter”, mientras el American Enterprise Institute, un think tank de inspiración friedmaniana, declaraba entusiasmado que “el Katrina logró en un día […] lo que los reformadores escolares de Luisisana no pudieron lograr tras varios años intentándolo”. Mientras, los maestros de escuela, que eran testigos de cómo el dinero destinado a las víctimas de las inundaciones era desviado de su objetivo original y se utilizaba para eliminar un sistema público y sustituirlo por otro privado, tildaban el plan de Friedman de “atraco a la educación”.Estos ataques organizados contra las instituciones y bienes públicos, siempre después de acontecimientos de carácter catastrófico, declarándolos al mismo tiempo atractivas oportunidades de mercado, reciben un nombre en este libro: “capitalismo desastre”.La columna de opinión de Friedman sobre Nueva Orleans terminó siendo su última recomendación sobre políticas públicas: murió menos de un año después, el 16 de noviembre de 2006, a los noventa y cuatro años. Puede parecer que la privatización del sistema de educación pública de una ciudad norteamericana de tamaño medio fue una preocupación modesta para el hombre considerado el economista más influyente del pasado medio siglo, entre cuyos discípulos se cuentan varios presidentes estadounidenses, primeros ministros británicos, oligarcas rusos, ministros de Finanzas polacos, dictadores del Tercer Mundo, secretarios generales del Partido Comunista chino, directores del Fondo Monetario Internacional y los últimos tres jefes de la Reserva Federal. No obstante, su decidida voluntad de aprovechar la crisis de Nueva Orleans para instaurar una versión fundamentalista del capitalismo también fue un adiós extrañamente adecuado para el profesor de metro cincuenta y ocho y energía sin límites que, en el apogeo de sus facultades, se describió como “un predicador a la antigua pronunciando el sermón de los domingos”.Durante más de tres décadas, Friedman y sus poderosos seguidores habían perfeccionado precisamente la misma estrategia: esperar a que se produjera una crisis de primer orden o estado de shock, y luego vender al mejor postor los pedazos de la red estatal a los agentes privados mientras los ciudadanos aún se recuperaban del trauma, para rápidamente lograr que las “reformas” fueran permanentes.En uno de sus ensayos más influyentes, Friedman articuló el núcleo de la panacea técnica del capitalismo contemporáneo, lo que yo denominodoctrina del shock. Observó que “sólo una crisis –real o percibida– da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cobo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. Creo que ésa ha de ser nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas vivas y activas hasta que lo políticamente imposible se vuelve políticamente inevitable”. Algunas personas almacenan latas y agua en caso de desastres o terremotos; los discípulos de Friedman almacenan un montón de ideas de libre mercado. Y una vez desatada la crisis, el profesor de la Universidad de Chicago estaba convencido de que era de la mayor importancia actuar con rapidez, para imponer los cambios rápida e irreversiblemente, antes de que la sociedad volviera instalarse en la “tiranía del statu quo”. Estimaba que “una nueva administración disfruta de seis a nueve meses para poner en marcha cambios legislativos importantes; si no aprovecha la oportunidad de actuar durante ese período concreto, no volverá a disfrutar de ocasión igual”. Es una variación del consejo de Maquiavelo según el cual vale más comunicar de una sola vez “las malas noticias”, y supuso uno de los legados estratégicos más duraderos de Friedman.Milton Friedman aprendió lo importante que era aprovechar una crisis o estado de shock a gran escala durante la década de los setenta, cuando fue asesor del dictador general Augusto Pinochet. Los ciudadanos chilenos no sólo estaban conmocionados después del violento golpe de Estado de Pinochet, sino que el país también vivía traumatizado por un proceso de hiperinflación muy agudo. Friedman le aconsejó a Pinochet que impusiera un paquete de medidas rápidas para la transformación económica del país: reducciones de impuestos, libre mercado, privatización de los servicios, recortes en el gasto social y una liberalización y desregulación generales. Poco a poco, los chilenos vieron cómo sus escuelas públicas desaparecían para ser reemplazadas por escuelas financiadas mediante el sistema de cheques escolares. Se trataba de la transformación capitalista más extrema que jamás se había llevado a cabo en ningún lugar, y pronto fue conocida como la revolución de la Escuela de Chicago, pues diversos integrantes del equipo económico de Pinochet habían estudiado con Friedman en la Universidad de Chicago. Friedman predijo que la velocidad, la inmediatez y el alcance de los cambios económicos provocarían una serie de reacciones psicológicas en la gente que “facilitarían el proceso de ajuste”. Acuñó una fórmula para esta dolorosa táctica: el “tratamiento de choque” económico, programas de libre mercado de amplio alcance han optado por el tratamiento de choque que incluía todas las medidas de golpe, también conocido como “terapia de shock”.Pinochet también facilitó el proceso de ajuste con sus propios tratamientos de choque, llevados a cabo por las múltiples unidades de tortura del régimen, y demás técnicas de control infligidas en los cuerpos estremecidos de los que se creía iban a obstaculizar el camino de la transformación capitalista. Muchos observadores en Latinoamérica se dieron cuenta de que existía una conexión directa entre los shocks económicos que empobrecían a millones de personas y la epidemia de torturas que castigaban a cientos de miles que creían en una sociedad distinta. Como el escritor uruguayo Eduardo Galeano se preguntaba, “¿cómo se mantiene esa desigualdad, si no es mediante descargas de shocks eléctricos?”.Exactamente treinta años después de que estas tres distintas metodologías de shock cayeran sobre el pueblo de Chile, la fórmula resurgió con mayor violencia en Irak. Primero fue la guerra, diseñada, según los autores del documento de doctrina militar Shock and Awe, para “controlar la voluntad del adversario, sus percepciones y su comprensión, y literalmente logra que quede impotente para cualquier acción o reacción”. Luego vino la terapia de shock económica, radical e impuesta por el delegado de la administración estadounidense, cuando el país aún se encontraba devorado por las llamas. Paul Bremer decretó las medidas de rigor: privatizaciones masivas, liberalización absoluta del mercado, un impuesto de tramo fijo del 15 % y un Estado cuyo papel se vio brutalmente reducido. El ministro de Finanzas provisional de Irak, Alí Abdul-Amir Allawi, declaró entonces que sus conciudadanos estaban “hartos de ser conejillos de indias. El sistema ha sufrido bastantes golpes por el momento, así que no nos hace ninguna falta una nueva terapia de shock económica”. Cuando los iraquíes se resistieron, los pusieron contra la pared: terminaron en cárceles, donde sus cuerpos y mentes se enfrentaron a más traumas y shocks, algunos mucho menos metafóricos.Empecé a investigar la dependencia entre el libre mercado y el poder del shock hace cuatro años, al principio de la ocupación de Irak. Después de informar desde Bagdad acerca de los fallidos intentos de Washington de seguir con sus planes de terapia de shock, viajé a Sri Lanka, mese después del catastrófico tsunami del año 2004. Allí presencié otra versión distinta de las mismas maniobras: los inversores extranjeros y los donantes internacionales se habían coordinado para aprovechar la atmósfera de pánico, y habían conseguido que les entregaran toda la costa tropical. Los promotores urbanísticos estaban construyendo grandes centros turísticos a toda velocidad, impidiendo a miles de pescadores autóctonos que reconstruyeran sus pueblos, antaño situados frente al mar. “En una cruel broma del destino, la naturaleza ha ofrecido a Sri Lanka una oportunidad única: de esta terrible tragedia naceráun destino turístico de primera clase”, anunció el gobierno. Cuando el Katrina destruyó Nueva Orleans, la red de políticos republicanos, think tanks y constructores empezaron a hablar de “un nuevo principio” y atractivas oportunidades; estaba claro que se trataba del nuevo método de las multinacionales para lograr sus objetivos: aprovechar momentos de trauma colectivo para dar el pistoletazo de salida a reformas económicas y sociales de corte radical.La mayoría de las personas que sobreviven a una catástrofe de esas características desean precisamente lo contrario de “un nuevo principio”. Quieren salvar todo lo que sea posible y empezar a reconstruir lo que no ha perecido, lo que aún se tiene en pie. Desean reafirmar sus lazos con la tierra y los lugares en los que se han formado. “Cuando ayudo a reconstruir la ciudad, siento que también yo estoy reconstruyéndome”, afirmaba Cassandra Andrews, residente en la zona de Lower Ninth Ward, terriblemente asolada durante las inundaciones, mientras seguía limpiando las ruinas después de la tormenta. Pero a los capitalistas del desastre no les interesa en absoluto reconstruir el pasado. En Irak, Sri Lanka y Nueva Orleans, los procesos engañosamente llamados “de reconstrucción” se limitaron a terminar la labor del desastre original, tirando abajo los restos de las obras, comunidades y edificios públicos que aún quedaban en pie para luego reemplazarlos rápidamente con una especie de Nueva Jerusalén empresarial; todo antes de que las víctimas del conflicto o del desastre natural fueran capaces de reagruparse y reclamar lo que les pertenecía.Mike Battles supo expresarlo mejor: “Para nosotros, el miedo y el desorden representaban una verdadera promesa”. El ex agente de la CIA de treinta y cuatro años se refería al caos posterior a la invasión de Irak, y cómo gracias a eso su empresa de seguridad privada, Custer Battles, desconocida y sin experiencia en el campo, pudo obtener contratos de servicios otorgados por el gobierno federal por valor de unos 100 millones de dólares. Sus palabras podrían constituir el eslogan del capitalismo contemporáneo: el miedo y el desorden como catalizadores de un nuevo salto hacia delante.Cuando me puse a investigar sobre la relación entre los enormes beneficios de las empresas y las grandes catástrofes, pensé que me hallaba frente a un cambio radical en la forma en que la “liberalización” de mercados se desarrollaba en todo el mundo. Durante mi implicación en el movimiento contra el poder de las empresas que hizo su primera aparición global en Seattle en 1999, ya había sido testigo de políticas parecidas, que favorecían a las grandes multinacionales y se imponían en las cumbres de la Organización Mundial del Comercio, a menudo contra la volunta de los países desfavorecidos, bajo amenaza de negarles los préstamos del Fondo MonetarioInternacional si se oponían a ellas. Las tres grandes medidas habituales –privatización, desregulación gubernamental y recortes en el gasto social– solían ser muy impopulares entre la gente, pero con el establecimiento de acuerdos firmados y una parafernalia oficial, al menos se sostenía el pretexto del consentimiento mutuo entre los gobiernos que negociaban, así como una ilusión de consenso entre los supuestos expertos. Ahora, el mismo programa ideológico se imponía mediante las peores condiciones coercitivas posibles: la ocupación militar de una potencia extranjera después de una invasión, o inmediatamente después de una catástrofe natural de gran magnitud. Al parecer, los atentados del 11 de septiembre le habían otorgado luz verde a Washington, y ya no tenían ni que preguntar al resto del mundo si deseaban la versión estadounidense del “libre mercado y la democracia”: ya podían imponerla mediante el poder militar y su doctrina de shock y conmoción.Sin embargo, a medida que avanzaba en la investigación de cómo este modelo de mercado se había impuesto en todo el mundo, descubrí que la idea de aprovechar las crisis y los desastres naturales había sido en realidad el modus operandi clásico de los seguidores de Milton Friedman desde el principio. Esta forma fundamentalista del capitalismo siempre ha necesitado de catástrofes para avanzar. Sin duda las crisis y las situaciones de desastre eran cada vez mayores y más traumáticas, pero lo que sucedía en Irak y Nueva Orleans no era una invención nueva, derivada de lo sucedido el 11 de septiembre. En verdad, estos audaces experimentos en el campo de la gestión y aprovechamiento de las situaciones de crisis eran el punto culminante de tres décadas de firme seguimiento de la doctrina de shock.A la luz de esta doctrina, los últimos treinta y cinco años adquieren un aspecto singular y muy distinto del que nos han contado. Algunas de las violaciones de derechos humanos más despreciables de este siglo, que hasta ahora se consideraban actos de sadismo fruto de regímenes antidemocráticos, fueron de hecho un intento deliberado de aterrorizar al pueblo, y se articularon activamente para preparar el terreno e introducir “reformas” radicales que habrían de traer ese ansiado libre mercado. En la Argentina de los años setenta, la sistemática política de “desapariciones” que la Junta llevó a cabo, eliminando a más de treinta mil personas, la mayor parte de los cuales activistas de izquierdas, fue parte esencial de la reforma de la economía que sufrió el país, con la imposición de las recetas de la Escuela de Chicago; lo mismo sucedió en Chile, donde el terror fue el cómplice del mismo tipo de metamorfosis económica. En la China de 1989, la masacre de la plaza de Tiananmen fue el shock que desató oleadas de detenciones, más de decenas de miles, las cuales permitieron al Partido Comunista convertir el país en una zona de exportación al por mayor, bien surtida de trabajadores demasiadoaterrorizados como para exigir ningún derecho laboral. En la Rusia de 1993, Boris Yeltsin decidió enviar los tanques al parlamento, y maniobrar para impedir que los líderes de la oposición fueran un obstáculo para la privatización fulminante que dio lugar a la nueva clase dirigente del país: hoy famosos oligarcas.La guerra de las Malvinas, en 1982, permitió a Margaret Thatcher superar la crisis de las huelgas de los mineros. Gracias a la excitación patriótica que recorrió el país como un relámpago, pudo aplastar la revuelta de los mineros y lanzar la primera gran marea privatizadora de una democracia occidental. En 1999, el ataque de la OTAN contra Belgrado permitió que más tarde la antigua Yugoslavia fuera pasto de rápidas privatizaciones, un objetivo anterior a la propia guerra. La economía no fue en absoluto la única motivación que desató estos conflictos, pero en todos y cada uno de los casos, un estado de shock colectivo de primer orden fue el marco y la antesala para la terapia de shock económica.Los traumáticos episodios que “prepararon el terreno” no siempre han sido de carácter abiertamente violento. En los años ochenta, en Latinoamérica y África, las crisis a causa de las deudas forzaban a los países a “privatizarse o morir”, como dijo un ex funcionario del FMI. Devorados por la hiperinflación, y demasiado endeudados como para negarse a las exigencias que venían de la mano de los préstamos extranjeros, los gobiernos aceptaban los “tratamientos de choque” creyendo en la promesa de que les salvarían de mayores desastres. En Asia, la crisis financiera de 1991 y 1998 –de consecuencias comparables a la Depresión de 1929– bajó los humos de los denominados Tigres de Asia, abriendo sus mercados en lo que el New York Times describió como “la mayor liquidación por cierre del mundo”. Muchos de estos países eran democráticos, pero las transformaciones radicales que crearon el “libre mercado” no se instauraron democráticamente. Más bien al contrario: tal y como lo entendía Friedman, la atmósfera de crisis a gran escala ofrecía los pretextos necesarios para desestimar los deseos expresados por los votantes y entregar las riendas del país a los “tecnócratas” económicos.Por supuesto, ha habido casos en los que la adopción de las políticas económicas de libre mercado se ha producido de forma democrática. Los políticos han presentado propuestas de línea dura, y han ganado las elecciones, siendo la presidencia de Ronald Reagan en Estados Unidos el mejor ejemplo, y la elección de Francia de Nicolas Sarkozy uno más reciente. En estos casos, no obstante, los cruzados del capitalismo se enfrentaron a la presión del público, y tuvieron que suavizar y modificar sus planes radicales, viéndose obligados a aceptar cambios graduales en lugar de una conversión total. En resumen, el modelo económico de Friedman puede imponerse parcialmente endemocracia, pero para llevar a cabo su verdadera visión necesita condiciones políticas autoritarias. La doctrina de shock económica necesita, para aplicarse sin ningún tipo de restricción –como en el Chile de los años setenta, China a finales de los ochenta, Rusia en los noventa y Estados Unidos tras el 11 de septiembre–, algún tipo de trauma colectivo adicional, que suspenda temporal o permanentemente las reglas del juego democrático. Esta cruzada ideológica nació al calor de los regímenes dictatoriales de América del Sur, y en los nuevos territorios que ha conquistado recientemente, como Rusia y china, coexiste con comodidad, y hasta con provecho, con un liderazgo de puño de hierro.

Que me Palpen Las Armas


Creo en el amor como en la experiencia más maravillosa de la existencia y como generador de toda clase de alegrías. Y en el amor correspondido, como la felicidad misma. Pero no fui educado para él, ni para la felicidad, ni para el placer. Porque fui advertido malamente contra la entrega y el gozoso abandono que supone.Cada día, entonces, todavía, es una ardua conquista, una trasgresión, una desobediencia debida a mí mismo, una porfía. La laboriosa tarea de desaprender lo aprendido, el desacato a aquel mandato primario y fatal, a aquel dictamen según el cual se gana o se pierde, se ama o se es amado, se mata o se muere.La vida, por lo tanto, no me ha endurecido, ese sea tal vez mi mayor logro. Que me palpen de armas. Dejo a un lado, si es que alguna vez tuve o me queda, toda arma que sirva para volverse temible, para someter, para acumular, para ser poderoso, para triunfar en un mundo de mano armada, en el que la felicidad se compra con tarjeta de crédito.No quiero que la lucidez me cueste la alegría, ni que la alegría suponga la necedad o la ceguera. Pero no me es fácil; me cuesta vivir a contratiempo, con la sensación de ser testigo de un desatino histórico gigantesco, de un extravío descomunal, tan irracional, absurdo o desolador como la bomba de neutrones.No entiendo al mundo. Me parece, como dice Serrat, que ha caído en manos de unos locos con carnet. Me siento ajeno a la debacle, pero en el medio de ella. Mi vida es apenas un instante en el océano del tiempo y es como si quisiera que ese instante fuera sereno y hondo, en el medio de una ensordecedora discoteca o de un holocausto definitivo, siempre a punto de estallar.Me desazona la banalización de la vida. El pavoneo de la insensatez. El triunfo de la prepotencia y de la ostentación. La deshumanización salvaje de los poderosos, la aceptación y el elogio del “sálvese quién pueda”. La práctica y la prédica del desamor y de la histeria. Me descorazona la idiotez colectiva. La idealización de lo superfluo. El asesinato de la inocencia. El descuido suicida de lo poco que merecería nuestro mayor esmero. El desconocimiento o el olvido de nuestra propia condición.Me conmovió, no hace tanto, que el cosmólogo Sagan, en un artículo extenso, escrito como desde un punto perdido en el infinito del espacio desde el cual el mundo se observa como una bolita cachuza, terminara diciéndonos: “Besen a sus hijos”. Escuchemos a esos hombres, sigámoslos, leamos a los poetas. No permitamos que el misterio de la existencia deje de estremecernos cada día, porque es el costo más alto que podemos pagar por nuestra necedad y nuestra omnipotencia.La vida de un árbol merece nuestra devoción y nuestro más grande regocijo; al amparo gozoso de su sombra, acariciados por la tibieza de la luz del sol y arrullados por el sonido mágico e irrepetible de su follaje, mecido por la mano invisible del viento, estaremos a salvo de la alienación y de la orfandad; siempre y cuando seamos capaces de apreciar esa gloria, mientras nos sea posible reconocer en ella nuestra mayor riqueza.Que la muerte no nos hiera en vida, que la ferocidad no nos pueda el alma. Que nada troque nuestra dicha de estar despiertos. Que una caricia nos atraviese como una flecha jubilosa y radiante. Besemos a los que amamos. Amémonos.Oscar Martínez (actor argentino)

sábado, 11 de octubre de 2008

Main Street


Para refelexionar y actuar en consecuencia.
Cristián Warnken
Jueves 02 de Octubre de 2008
Main Street


Ellos nos dijeron que faltaba poco para el paraíso en la tierra, pero vimos caer ante nuestros propios ojos el "indestructible" Muro de Berlín.Ellos nos dijeron que nuestras ciudades eran inexpugnables al terror, pero vimos cómo caían las Torres Gemelas, convertidas en lluvia de cenizas.Ellos nos dijeron que no habría recesión, que las finanzas se manejaban solas, pero vimos cómo las bolsas del mundo se desplomaban, como el muro, como las torres, como nuestros sueños.Ellos son Wall Street. Nosotros somos Main Street, la calle, la realidad, los hombres de carne y hueso, los que se levantan en la mañana con una ilusión, los que salen a la calle a dar todo el sudor de sus frentes. Somos los que lloramos o cantamos, los que compramos, los contribuyentes: los que "contribuimos" con nues-tras propias vidas en los altares que Ellos han levantado.Y eso es así desde que nos erguimos y hubo que ir a cazar y luchar contra el frío, el hambre y la escasez. Somos los N.N. de Neanderthal, Moscú, Santiago o Nueva York. Un día, hace mucho, Ellos se separaron de nosotros y dijeron: "Somos los hechiceros, los expertos, los magos de la tribu. Entréguennos su libertad". A veces, Ellos nos hacen aparecer en una estadística en un gráfico; después, nos olvidan e ignoran, y nos vuelven a amar apasionadamente cuando se acercan las elecciones. Somos los que pagamos los impuestos, los que financiamos sus guerras.Les entregamos nuestra fe y nuestros ahorros: juegan con eso en el casino, apuestan, enloquecen en orgías de especulación y lucro desbocado. Ellos nos llevaron ahora otra vez al abismo, y una vez más nos piden que vayamos a rescatarlos. Ellos no trepidaron en poner en riesgo el esfuerzo de toda nuestra vida, nos negaron tantas veces el agua y la sal, y ahora, de rodillas, nos imploran piedad.Antes nos prometieron una sociedad igualitaria y nos hicieron esclavos de infernales totalitarismos. Después nos convencieron de que el mercado era la panacea de todos los problemas humanos. Ahora nos dicen que el Estado tiene que salvarlos. A Ellos, los especuladores.Han especulado siempre. Antes especulaban con teorías políticas y filosóficas. Ahora especulan con los valores en la bolsa. Siempre han especulado con nuestras vidas, con nuestra sangre, con nuestros sueños y nuestros ahorros. Y, como un rebaño hipnotizado, una y otra vez, terminamos siguiéndolos al despeñadero de la teoría, que nada tiene que ver con la rugosa realidad.Ellos, ayer, fueron el Partido, el Estado Dios. Ahora son Wall Street, el Mercado Dios. Nosotros somos Main Street, la calle, el perraje, los de abajo. Nuestros abuelos sufrieron en carne propia las recesiones nacidas de su ambición desbocada: siempre se han excedido por sobre los límites de la realidad. Nos ha costado décadas recuperarnos de sus experimentos económicos o políticos, de sus mentiras, de sus excesos. ¿Y ahora Ellos pretenden que les paguemos también su última farra?¿Y qué pasaría si no lo hacemos, y los dejamos caer esta vez, para que conozcan también lo que es la derrota y el miedo? ¿Qué tal si no votamos por ellos en las próximas elecciones, y sacamos nuestros ahorros y los guardamos bajo el colchón, como lo hicieron nuestras abuelas? ¿Qué tal si arrojamos todos, al mismo tiempo, sus usureras tarjetas de crédito al mar?Sí, que caigan de una vez, que veamos por fin la verdad desnuda y no subsidiada por nuestro sudor y nuestra sangre. Que Ellos bajen de su Olimpo a Main Street, a caminar por nuestras calles, a sudar, a llorar y reír con nosotros, que aprendan que existen las estaciones, que todo tiene su ciclo, su ritmo, sus límites. ¡Que caigan las máscaras, y los gigantes de pies de barro den por fin la cara, titiriteros de la gran Nada!